Aun le quedaban algunos flecos en su proceso de divorcio, así que esta madurita quedó con su abogada para dejarlo todo atado y bien atado. Empezaron a charlar y en un momento dado, la conversación fue yendo al terreno personal, donde se pudo notar como esta milf le comentaba a su abogada lo frágil y sola que se sentía. Parece que quiso consolarla de alguna manera y tras unas caricias, ambas señoras se fueron al dormitorio y olvidaron todos los problemas besándose y experimentando sexo lésbico, hasta alcanzar juntas el orgasmo.