Después de salir a correr, este jovencito conoció a una abuela tetona que le ofreció agua, antes de seguir con su paseo matutino. Al poco rato, la señora cayó al suelo por un dolor en el tobillo y el chico quiso echarle una mano y acompañarla a su casa. Una vez a solas con ella, empezó a masajear su pie mientras al mismo tiempo, usaba la otra mano para acariciar su viejo coño. Ella se dio cuenta de lo que buscaba y se dejó llevar por el calentón del momento, hasta acabar sin ropa y cabalgando sobre el yogurín en una de esas folladas que hacía años no disfrutaba.
Categoría: | Abuelas |
Etiquetas: | cabalgando polla, gorditas follando, tetas caidas, tetas grandes, vieja comiendo polla |