Antes de ponerse a hacer yoga, esta madura necesitaba estirar y pronto tuvo cerca a su hijastro echándole una mano. Ella agradeció su ayuda pero tras un rato con el chico encima, pudo notar algo duro en su espalda y se dio cuenta de la erección que le había provocado. El chaval se rozó más de la cuenta con su madrastra y eso lo puso muy cachondo, hasta que los dos no pudieron más y se pusieron a follar. Probaron todo tipo de posturas y casi parecía que estuviesen practicando el Kamasutra, follando de mil maneras y acabando con la rubia recibiendo la lefa de su hijastro en toda su cara
Categoría: | Incestos |
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