Hace poco una de sus vecinas perdió a su marido y se quedó viuda, así que de vez en cuando se pasa por su casa para hacerle compañía y lograr que olvide esos malos momentos que está atravesando. La señora quiso agradecer al joven tanta atención, hasta el punto de meterle mano en una de sus visitas. El chico estaba encantado y no tardó en bajarse los pantalones, dejando que se comiese su polla dura. Luego lo que vino fue una follada brutal, donde la madura olvidó por completo a su marido después de una sucesión de orgasmos con el yogurín.