Mientras volvía a casa con su coche, este chico decidió recoger a una guapa madura y se ofreció a llevarla a su casita. La morena vive en un lugar apartado en pleno bosque, donde quiso agradecerle el favor y de un modo muy especial. Y es que la señora empezó a flirtear con el chico, hasta acabar sin bragas y apoyada contra un árbol, a la espera de sentir su polla bien adentro. Luego pasaron a un lugar más cómodo en la casa, donde se dejó petar el culo en una follada anal inolvidable para ambos.
Categoría: | Anal |
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