Las cámaras de seguridad de la tienda pillaron a Andi James alargando la mano más de la cuenta y el vigilante de seguridad fue a por ella para registrarla. Le requisó la ropa en la sala de vigilancia y descubrió que la madura había robado unas gafas de sol muy caras, por lo que empezó a amenazarla con llamar a la policía. Esta claro que ella quería terminar en prisión y estaba dispuesta a todo con tal de librarse. El hombre al escuchar sus lamentos vio la oportunidad perfecta para aprovecharse y como vemos, lo que quiso a cambio fue probar sus buenas tetas. A la pobre señora no le quedó más remedio que seguirle la corriente y al final, se subió sobre la mesa y se dejó follar para poder salir de aquel problemón sin consecuencias.