Como su marido es empresario y se pasa la vida viajando y trabajando casi sin descanso, parece que esta madurita anda muy necesitada de sexo, así que hoy decidió tocarse un poco el coño a solas y llevarse ella misma al orgasmo. Lo que no sabía es que el hijo de su marido estaba por casa y al ver a su madrastra tan cachonda, decidió echarle una mano. Apareció con su polla bien dura y al verlo así, la señora quiso aprovechar para gozar de una follada incestuosa.
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